Esta anécdota la escuché por primera vez de un profesor en la universidad y desde entonces me tiene cautivado por su originalidad, y por ser un ejemplo de lo que la desesperación de la guerra nos puede empujar a hacer. Es la historia de cómo los marineros del Destructor USS O’Bannon tuvieron que echar mano de los más que socorridos tubérculos al enfrentarse a un submarino japonés en el Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial.
|
etiquetas: destructor uss obannon , islas salomon , edwin r. wilkinson