Científicos de la Universidad de Granada han diseñado un detector de mentiras: Efecto Pinocho. Este método se basa en la termografía y cuenta con un 80% de fiabilidad. La investigación concluye que cuando alguien miente la temperatura de la nariz desciende entre medio grado o más de un grado, mientras que en la frente sucede todo lo contrario ya que aumenta la temperatura. Cuanto mayor es el contraste más probabilidades hay de que la persona analizada este mintiendo.
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