En el siglo XIV en Valencia, los condenados a muerte eran ajusticiados en la plaza del mercado de la ciudad. Tras su muerte, los cadáveres eran exhibidos en esa misma plaza durante varios días hasta su descomposición como forma de escarmiento. Después de algunos años de quejas por parte de los vecinos por la insalubridad de tal práctica, el consejo de Valencia decidió trasladar los restos de los ajusticiados a un lugar alejado de la ciudad, exactamente “a una hora de Valencia” fueron las palabras de los miembros de la junta inquisitorial.
|
etiquetas: ajusticiados , cementerios , valencia , barranco del carraixet