El objetivo es demostrar que personas en riesgo de desarrollar una demencia de aquí a 15 años pueden prevenir el deterioro cognitivo con dos intervenciones: un cambio en el estilo de vida notable, que incluye ejercicio físico semanal, dieta mediterránea de verdad y entrenamiento cognitivo continuado, más la acción de un preparado de epigalocatequina galato (EGCG), un componente del té verde.
|
etiquetas: demencia senil , prevención , té verde , alzheimer