A partir de ahora todas las nuevas residencias de tres pisos o menos que se construyan tendrán que incorporar paneles solares. Ahora que California está construyendo 113.000 unidades habitacionales al año y que sólo el 15% de ellas apuestan por instalar paneles, es una norma revolucionaria. Más para Norteamérica, donde las políticas ecologistas no son una prioridad. Eso sí, esto va a tener múltiples efectos, no todos ellos previsibles o positivos. Relacionada:
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