De entre las fuerzas convencionales que participaron en ambas guerras mundiales, ninguna fue una trituradora de vidas comparable a los sumergibles del Imperio alemán en 1914-18 y del III Reich en 1939-45. Ni en tierra, ni en el mar, ni siquiera en el aire. Durante la Segunda Guerra Mundial, treinta y siete mil hombres sirvieron en la flota submarina alemana; veintiocho mil de ellos murieron o desaparecieron. Esto significa que tres de cada cuatro hombres que subían a un submarino no regresarían a casa.
|
etiquetas: u-boote , lobos de acero , submarinos , alemanes , gran bretaña