Para muchos de los que adoramos el cine de terror, ver el logotipo de Blumhouse Productions acompañando a un tráiler estimula algún tipo de mecanismo en nuestro cerebro que nos lleva a salivar de forma instantánea. Una reacción natural que viene de la mano de un pensamiento asociado al nombre de la productora con una suerte de infalibilidad que podría considerarse dogmática, pero que está fundamentada sobre un modelo particular de negocio.
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