Uno de los mecanismos más eficaces para desactivar la cultura crítica es su asimilación por parte del mercado. Se vacía su contenido subversivo y se des/re-contextualiza para orientarla al consumo y no al cambio social. Ahora que la industria ha puesto Bella Ciao en primera línea como mero fetiche de consumo es momento de recuperar su significado anti-fascista original y contextualizarla en el periodo socio-histórico presente.
|
etiquetas: bella ciao , clases , apropiación cultural