Es una situación psicológica fastidiosa, real y vivida con angustia, que intenta compensarse inconscientemente con esperanzas e ilusiones totalmente irracionales que siguen manteniéndonos ahí, pegados al futuro inmediato que creemos que llegará y que queremos que llegue. Es como vivir en dos mundos paralelos. El real solo lo vemos a ratitos cuando la actitud del otro hacia nosotros es de “no te veo”, de no significar lo suficiente o nada, e incluso de desprecios. Ahí es cuando se pone de manifiesto lo que no queremos que sea así y como...
|
etiquetas: psicología , dependencia emocional , relaciones