La Comuna nació porque se daban las condiciones objetivas. Las aventuras imperiales del Segundo Imperio francés (1852-1870) se zanjaron con fracasos, pobreza y represión. [...] El desarrollo tecnológico devoró a los artesanos y los grandes almacenes arruinaron a los pequeños comerciantes. Fue un momento histórico donde las desigualdades se exacerbaron. Los ya ricos aumentaban su hacienda y los trabajadores se veían abocados a condiciones de vida y laborales cada vez más penosas que les llevaba necesariamente a asociarse.
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