Una bolsita de pasas Thompson de marca blanca: doscientos cincuenta gramos de frutos secos que podrían ser la razón de mi divorcio. A veces también son cien gramos de té Oolong importado de China, o un paquetito de almendras Carmel, «aptas para ser horneadas y la mejor opción para sus ensaladas y yogures». También el bote de cúrcuma, marca Santa María, que compró en 2018 para preparar una versión libre de pollo tikka masala y que sigue prácticamente lleno en la repisa, junto al curry, la cayena y el fenogreco. Nuestras discusiones siempre acaba
|
etiquetas: parejas , economía , marketing , psicologia , sociedad