Emigrar no es algo exclusivo del ser humano. Muchas otras especies de animales cambian de hogar en función de los recursos de una zona. Lo que ya no es tan común es que organicen su propio sistema de aduanas para chequear a los visitantes. Las abejas son un sorprendente ejemplo. Cuando cumplen dos o tres semanas de vida, entre un 10 y un 15% de las abejas se convierten en guardianas. Son como los soldados que defienden las entradas del panal de depredadores.
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