A veces me pregunto cómo puede ser que en un país con el nuestro, al sur de Europa, en el que gran parte del año hace buena temperatura, los niños salgan menos a la calle que en los países nórdicos. Especialmente cuando llueve o hace frío… las calles quedan desiertas de niños. Y, aunque parezca contradictorio o extraño… creo que ese es precisamente el quid de la cuestión, estamos acostumbrados al buen tiempo y en cuanto caen 4 gotas nos encerramos en casa.
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