Dicen que el ateísmo es disolvente. Con todo, resulta mucho peor el sindiosismo, esa doctrina que, reconociendo la existencia de un dios verdadero, pasa de Él como del tío Gilito. Podría intentar aquí una definición técnica del concepto, pero Woody Allen hizo algo mejor en su relato breve El gran jefe: ilustrarlo con un ejemplo. En este cuento, el detective Lupowitz recibe la visita de Heather Butkiss, una despampanante mujer que le formula el encargo de averiguar si Dios existe. Tras una ristra de entrevistas con personajes del hampa...