Según parece, las cuentas de Twitter de varias divulgadoras científicas han sido cerradas. Suspendidas por un sistema donde no parece haber humanos al otro lado y que nunca da motivo ni razón más allá del “incumple las reglas”. También ha caído alguna cuenta de divulgadores masculinos, pero de momento parece un ataque dirigido principalmente contra las mujeres que saben de ciencia y saben explicarla. Es algo que da miedo. Es como en esas películas donde un exagente de algo ve cómo sus compañeros caen a tiros de forma misteriosa.