Invertir en renta fija será todo un desafío en la próxima década ante la amenaza de una inflación creciente. En el mejor de los casos, este activo ofrecerá escasas rentabilidades; en el peor, causará pérdidas. una inflación sostenida en el 2% durante os próximos 10 años se comería 21,9 euros de cada 100 euros invertidos. De nuevo, llevado al supuesto anterior, al rendimiento neto obtenido, de 1,27 euros, habría que restarle esos 21,9 euros. De ahí que el inversor se enfrente a la posibilidad de perder 20,6 euros de cada 100 invertidos.