Juana Rivas ha asegurado en varias ocasiones que sus hijos también son víctimas de su padre. No obstante, hasta hoy no se ha podido demostrar y no ha ninguna condena. "A mí se me caía el mundo encima porque sentía que nadie nos estaba escuchando, y me tenía que debatir entre pasar un fin de semana con mis hijos para abrazarnos, pasear o jugar o sentir que no los protegía si no iba a denunciar", ha declarado Rivas, que ha llegado a asegurar que llamaba "a los abogados llorando y preguntándo qué hacer porque los niños estaban llenos de golpes".