Ayer todos los medios de comunicación recogieron un titular: ‘¿Qué coño tiene que pasar para que Rajoy pise el barro?’, estas palabras fueron recogidas por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, durante su visita a Pradilla, en Zaragoza, uno de los pueblos abnegados por el desbordamiento del río Ebro. Pedro Sánchez vuelve a apoderarse de un discurso fuera de los ‘políticamente’ correcto. ¿Efecto conseguido?

El Centro Simon-Wiesenthal ha pedido por carta al Gobierno francés que cambie el nombre de esta localidad, que aún se puede ver en los GPS. "Hace 23 años que nadie lo llama así", dice un vecino de la aldea, que recuerda que fue entonces cuando se quitó el cartel de entrada a la localidad. La dirección postal tampoco lleva este apelativo: "Si nadie rebusca nadie se entera", dice un granjero