Juan Muñoz, un vecino de Priego de Córdoba, pesca un ejemplar de 2,5 metros y cerca de cien kilos. "Al principio da mucho respeto, es una sensación de mucha adrenalina", relata.
La Asociación Medioambiental de Pescadores Lago de Andalucía capta los estragos del superdepredador en el pantano de Córdoba, en el punto donde los peces autóctonos, concretamente el barbo y la boga, acuden a desovar.