La Fiscalía rumana solicitó hoy (02/04/2018) permiso para iniciar un juicio contra el expresidente Ion iliescu, el exprimer ministro Petre Roman y el exviceprimer ministro Gelu-Vocan Voiculescu, acusados de crímenes contra la humanidad por la muerte de un más de un millar de civiles durante la sangrienta revuelta anticomunista de 1989. El fiscal militar, Augustin Lazar, “pidió luz verde al jefe de Estado, Klaus Iohannis, para abrir el proceso penal por crímenes contra la humanidad” contra los tres hombres.

En 1990, la plaza de la Universidad de Bucarest reunió a miles de estudiantes que protestaban por cómo se estaba realizando la transición a la democracia en Rumania. Denunciaban que seguían en sus puestos antiguos jerarcas del régimen de Ceaucescu. El presidente Iliescu pidió ayuda y acudieron 10.000 mineros del valle del Jui que durante tres días desataron la violencia en la capital. Murieron 4 personas y 1.388 fueron heridas. Papeles desclasificados han probado la responsabilidad del ex presidente y se le está juzgando desde el día 20.

Un expresidente rumano ha reconocido que aprobó la solicitud de la CIA para establecer una base en el país, pero dijo que se hubiera negado de haber sabido para qué era. Ion Iliescu, presidente entre 2000 y 2004, sugirió que creía que la CIA había establecido "centros secretos de detención", centros establecidos fuera de Estados Unidos donde sospechosos de terrorismo eran sometidos a fuertes interrogatorios.