El día a día en la obra suele ser bastante delicado. Aun puedo sentir ese dolor de estomago de vez en cuando debido a la cantidad de riesgos a los que estamos sometidos los que trabajamos con camiones hormigonera. Estos camiones al tener el punto de gravedad tan alto no paran de dar sustos. Cada día los recursos de las obras para poder realizar el vertido con seguridad son mas escasos y nos hacen acceder a lugares muy recónditos con los peligros que ello supone. Por ello, es fácil escuchar diariamente de compañeros que vuelcan, atascan, etc.