En la que tal vez sea la mejor definición que nadie haya dado acerca de las pujantes carreras de drones que comienzan a celebrarse por todo el mundo, Carlos Fernández 'Charpu' las ha calificado como “deporte extremo para nerds”. Subidón de adrenalina, velocidad, acrobacias imposibles, espectáculo... y conocimientos de aeronáutica, programación o electrónica. Pilotar un dron a nivel profesional puede aportar las mismas emociones al límite que el puenting, pero sin el riesgo de romperte la crisma.