Todo lo que ha hecho Rajoy es lo contrario de lo que se esperaba, con un saldo desolador que empeora en términos objetivos al de su lechuguino predecesor, aquel indocumentado que presumía de "campeón social" hipotecando a tres generaciones para pastorear a una: la única mejoría económica es tan artificial como pasajera, pues procede de una mayor liquidez ficticia fruto de abaratar la deuda por el método de pagarla a cualquier precio; y en todo lo demás el desastre es absoluto en tres frentes definitorios del genoma nacional.