Feldman asegura que este juicio "es una cosa que no esperaba ver mi en una democracia europea que funcionara", y explica que con esta actitud, "el Gobierno no está proyectando fuerza, sino debilidad". "España no es Turquía, y no tendría que comportarse como si lo fuera. Los dirigentes catalanes desafiaron la Constitución española y la perdieron. Pero lo hicieron pacíficamente, en nombre de la autodeterminación y la democracia.