¿Cuántas veces hemos solicitado un producto por internet, confiados en la publicidad ofrecida por el empresario, para terminar recibiendo algo que jamás habríamos comprado? ¿Cuántas veces nos hemos arrepentido en el último minuto de haber hecho “clic” con el ratón? El derecho de desistimiento nos permite devolver al empresario ese producto que no se ajusta a lo esperado o que realmente no necesitábamos y, todo ello, sin costes para el consumidor.