Los oscuros fanáticos que decidieron golpearle a Túnez el corazón atacando el museo Bardo sabían muy bien lo que estaban haciendo: al igual que aquel romano que hace siglos pronunció su Delenda est Carthago (“Cartago debe ser destruida”),
El juez indica, entre otras consideraciones, que "es necesario" tomar declaración como imputada a la alcaldesa" y que "los indicios racionales de criminalidad contra la alcaldesa de Cartagena son muy sólidos y consistentes".