El negocio inmobiliario está compuesto de rehabilitaciones y ventas de viviendas de superlujo, y tiene más de 20 compañías dedicadas a la promoción inmobiliaria, la reventa y alquiler de inmuebles, algunas en asociación con terceros, lo que ha ayudado a expandir el lucro. Suman más de un centenar de viviendas, de las cuales la mitad ya han sido vendidas a compatriotas venezolanos. Es decir, que venezolanos adinerados han podido adquirir las millonarias propiedades de los Capriles en las zonas más pudientes de las ciudades españolas.