Medio Ambiente autoriza la caza con arco cerca de núcleos urbanos para abatir a los suidos que invanden los pueblos del noroeste de la región. Se han convertido en los dueños y señores de los montes madrileños. Allí, los jabalíes hozan a sus anchas durante la mayor parte del año, buscando alimento y agua bajo el suelo. El problema llega cuando el verano acaba y la ausencia de lluvias empieza a hacer estragos. Es entonces cuando este suido rompe los vallados y se acerca al hombre -que, a veces, le alimenta de forma intencionada-, adueñándose...