Así pues, las instalaciones fotovoltaicas actualmente son legales, posibles, a pesar de la legislación existente, rentables gracias al ahorro que suponen y viables económicamente pues se pueden amortizar en 5 años. Si en algún momento nuestras leyes se adaptan a la legislación europea, todos los resultados actuales mejorarán, serán más rentables y antes se amortizarán las instalaciones existentes. Por ello la solución actual no es esperar, sino instalar ya, para adelantarnos y empezar a ahorrar.