El primer acercamiento de Eric van den Hove con los indígenas no fue algo planeado. Sucedió en el 2009 cuando dirigía una empresa de software y alguien muy cercano a él le solicitó su casa para que unos amigos indígenas realizaran una ceremonia, a lo que él accedió, con la sorpresa de ser invitado al ritual en el que probaría yagé, bebida de la que no sabía nada.