Hace ya 22 años que se repiten los incendios intencionados en un pueblo de 199 habitantes donde todos se conocen desde niños. Las autoridades están absolutamente desconcertadas. Se ha achacado el problema a las drogas, a la prostitución, a la especulación. Y hay quien dice que todo empieza por las rencillas entre los vecinos. "Nunca hemos visto algo así"