El logo de los restaurantes rusos con los que quieren cambiar a los cerrados de McDonald's es sospechosamente parecido a su icónica M. Los camiones con forma de muñeca rusa han aparecido junto a las hamburgueserías cerradas.

El Ayuntamiento de Milán ha prohibido tanto los turistas como los propios residentes los palos 'selfie', las botellas de vidrio y los 'food trucks' (camiones de comida) con la intención de frenar la acumulación de basura en las calles y el comportamiento antisocial. Infringir esta normativa supondrá una multa que puede ascender hasta los 240 euros.

En España, Francia e Italia nos hemos pasado tres pueblos dándole importancia al medio. (...) Lo importante no es el food truck, lo importante es el producto. Una vez más: nuestro cliente paga por un producto gastronómico, y aquel que busca buena gastronomía, le da igual que ésta se sirva en un food truck a 20 grados bajo cero, en el peor de los agujeros de San Francisco, o en la calle más remota de Bangkok. (...) El éxito no se alcanza “gracias al food truck”, se alcanza “a pesar de éste”.

El vermú, la petanca y la ropa vintage cotizan en alza pero, por algún extraño motivo, las castañas todavía no. Frente a la moda de las 'food trucks', las ferias de comida callejera y programas de la tele como 'Cocineros al volante', los vendedores de castañas resisten a duras penas con su negocio de toda la vida, gracias a los turistas y gente mayor.

Lo cierto es que la legislación sobre seguridad e higiene alimentaria es siempre de fuente europea, y en ningún caso este tipo de negocio está prohibido por estas normas. Es más, el propio Reglamento 852/2004 (europeo) establece una serie de requisitos sanitarios, lo que precisamente supone su aceptación legal. Ésa es, precisamente, una de las razones por las que en otras grandes urbes europeas sí que se puedan encontrar “food trucks” en las calles: la legislación europea sobre seguridad e higiene alimentaria los prevé y los permite.