Si esto falla, como lo hará, el mayor peligro que es que la población transatlántica estará tan confundida y mal informada sobre la naturaleza de la crisis etíope que dará su consentimiento a un ataque liderado por Estados Unidos contra la nación, como se hizo en Afganistán e Irak a raíz del 9/11. En un artículo de opinión de El ex Comandante Supremo Aliado de la OTAN, James Stavridis, pidió a las fuerzas lideradas por Estados Unidos que intervengan en la guerra civil tanto "para contrarrestar la influencia china... Traducción #1

La guerra que vive Etiopía entre el Ejército federal y el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF, según sus siglas en inglés) entra en una nueva y peligrosa fase después de que los combates hayan alcanzado las ciudades de Dessie y Kombolcha, situadas en la región Amhara a unos 380 kilómetros de Adís Abeba. La alianza entre los rebeldes tigrayanos del norte y un grupo insurgente de la etnia oromo que también se enfrenta al Ejército etíope y que ha amenazado con marchar sobre la capital, Adís Abeba.

Etiopía aseguró hoy haber concluido "con éxito" la "operación principal" contra las autoridades rebeldes (FPLT) de la región de Tigray al tomar la capital regional, Mekele, después de haber lanzado una ofensiva militar el pasado 4 de noviembre. En un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, declaró que "el Gobierno federal tiene ahora el control total de la ciudad de Mekele".

El International Crisis Group describe el conflicto, que ahora estalla, como el peor resultado posible para el país. “Podría ejercer una fuerte presión sobre un estado etíope que ya ha sido golpeado por una serie de serios desafíos políticos, y también podría enviar ondas de choque a través del Cuerno de África y más allá”, escribió la organización. Una ola de protestas de tres años en 2018 llevó al poder al primer ministro del país, Abiy Ahmed. Para entonces, el TPLF había dominado la política etíope durante casi tres décadas.