Un estudio basado en el análisis de más de 36.500 personas en Eslovaquia y la República Checa, algunos de los cuales tenían Toxoplasmosis y otros estaban libres del parásito, reveló que las personas que tenían la enfermedad eran más propensas al BDSM (bondage, disciplina, dominación, sumisión, sadismo y masoquismo). La enfermedad se transmite a través de las heces de gato, de ahí la relación entre los dueños de los mininos, la Toxoplasmosis y el sexo excéntrico.