La mayor democracia del mundo, el aliado necesario de Occidente contra la potencia imparable china, la cultura milenaria e inclusiva, el país más poblado, la potencia futura...todo esto es la India y, por supuesto, mucho más. Pero también es un país dividido entre dos almas: la modernizadora y laica, por un lado, y la religiosa y excluyente, por otra. Del fantasma de "Hindutva" sobrevuela el país cada vez que el Bharatiya Janata Party está en el poder.

La pandemia ha desorganizado profundamente la economía mundial. Más que tratar de hacer previsiones, este artículo pretende mostrar por qué esto sería un ejercicio imposible. En efecto, la lógica de esta crisis es inédita y la manera de salir de ella dependerá de factores no solo económicos, sino también sanitarios y sociopolíticos. Insistiremos más en las consecuencias de esta crisis para la gestión de las deudas en Europa.

Uno de cada dos habitantes de Nicaragua quiere irse del país, según una encuesta publicada hoy en la nación centroamericana, que vive su peor crisis sociopolítica en décadas. Costa Rica, vecino del sur de Nicaragua y que ha mostrado su apoyo a los nicaragüenses que huyen de la crisis, fue el destino más citado de quienes consideran migrar, con el 24 por ciento, según la encuestadora. A Costa Rica le siguen Panamá, con un 22 por ciento, Estados Unidos con el 19 por ciento, España con el 15 por ciento, y Canadá con el 3 por ciento

Entrevistamos Cristian Campos, un periodista que se atreve a afirmar que la izquierda ha muerto de éxito, que “no le queda nada por lo que luchar” y por eso ahora, si acaso, “lucha por lo políticamente correcto“, es decir, “por el relato“. Además del páramo de la izquierda, Cristian habla de educación, la cultura del zasca, el desprecio del mérito y otros aspectos todos ellos relacionados con la infantilización de la sociedad. Por supuesto, también habla de Cataluña y de Barcelona, una ciudad que “se ha convertido en antipática y hostil”...

El hilo es un coñazo, creado por un troll y molesta a la vista. La propagando peperra estropea el foro.

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha dejado al mundo entero perplejo. Durante los meses previos a las elecciones, la inmensa mayoría de politólogos, analistas o periodistas afirmaban que era absolutamente imposible que ganara las elecciones. De alguna manera, hemos comprobado que cuando dijo la frase “podría disparar gente en la quinta avenida y no perdería ningún voto” tenía algo de razón.

Uno de los principios básicos del globalismo elite es: el fin de las fronteras, el fin de las naciones independientes. La Unión Europea fue construido para este fin, paso a paso, de las cenizas de la Primera Guerra Mundial 2: un super-burocracia y el sistema de gestión política para todo el continente. Pero eso no fue suficiente. Tenía que haber una manera de acabar con las naciones independientes y soberanas a nivel del suelo, para cambiar irrevocablemente el paisaje.

Una de mis más nítidas convicciones es que las batallas políticas no se disputan únicamente en el terreno electoral sino que se extienden también al ámbito ideológico-cultural. De ahí que nuestra tarea como pensadores sea intentar contribuir humildemente al fortalecimiento intelectual de nuestra causa política. Esta es una tarea, como tantas veces hemos declarado, inexcusable. Y, sin embargo, largamente minusvalorada.