Si hoy se celebrasen elecciones, el PSOE ganaría por estrecho margen, apenas 2,8 puntos, a un PP disparado que obtendría 18 escaños más que el 10 de noviembre. Los socialistas, que perderían cuatro, no podrían compensar su débil mayoría con el resultado de Unidas Podemos, que aún sufriría un castigo mayor, de siete escaños. El bloque de centro-derecha sería el gran beneficiado de esos hipotéticos comicios, si bien seguiría sin alcanzar los 176 asientos en el Congreso que garantizan una investidura.