La actriz Leticia Dolera quiso salir al paso tras lo que ha sucedido en el último Open de Tenis celebrado en Madrid alusivo a la vestimenta de las recogepelotas.

EEUU. Los recogepelotas de las Grandes Ligas, el personal de campo e individuos que no intervienen en los juegos pero que requiera ingresar a los estadios deberán utilizar unas pulseras electrónicas de rastreo cuando inicien los entrenamientos de primavera y podrían afrontar un castigo por incumplir. Los jugadores serán alentados a vacunarse, pero no será un requisito. Estas son las medidas que forman parte de los protocolos sanitarios pactados por las Grandes Ligas y la asociación de recogepelotas para lidiar con la pandemia de coronavirus

La UD Ibiza desaprobó rotundamente el comportamiento de los recogepelotas y anunció que los expulsará de la entidad

Según el reglamento aprobado por la Federación Internacional de Tenis (ITF), un buen recogepelotas debe estar atento al juez de silla, moverse rápido por la pista, nunca tocar la red, trabajar en silencio, no tapar la publicidad ni el tiro de cámara de televisión y, sobre todo: un recogepelotas debe ayudar a los jugadores en cualquier cosa que necesiten. Lo que no indica el manual es que "cualquier cosa" incluye aceptar gritos, broncas, maltrato laboral y la humillación pública por parte de sus supuestos protectores, los tenistas.

La bronca de Fernando Verdasco hacia un recogepelotas para que le diera su toalla más rápidamente es un hecho aislado. Sin embargo, la ATP ha tomado la acción como ejemplo para reflexionar si estas personas deben realizar también tales funciones o que sea el propio tenista el que acuda, si lo necesita, a secarse cuando y como a él le plazca. Rafa Nadal se ha mostrado contrario a esta idea.

El deporte rey se frota los ojos ante la decisión de un modesto club italiano que milita en la Tercera división. Se trata del Vicenza Virtus, un club cuyo dueño es el empresario Renzo Rosso, quien ha decidido sustituir a los habituales recogepelotas por adolescentes en shorts. Las chicas, además, son menores de edad -de entre 15 y 16 años- y son jugadoras de voleibol. La Asociación Nacional de Atletas en Italia ha instado a la Federación Italiana de Fútbol a que acabe con un "indigno espectáculo de sexualización de menores".

Por orden de su entrenadora, Andrea Beckert, los perros corrían y agarraban las pelotas con sus dientes, las devolvían y regresaban a su sitio. La ONG ABEAC (Associação Bem-Estar Animal Amigos da Célia) colaboró en este experimento.