La escena política actual no es para menos. Parlamentarios de izquierda se rodearán a sí mismos, en una nueva pantomima marxista que pretende vender como golpismo legítimos acuerdos de partidos políticos votados en unas limpísimas elecciones democráticas por el pueblo español, único soberano. No se alteren, no será (aun) el asalto que vimos ayer en la asamblea nacional venezolana, un país ya en criminal dictadura marxista podemita, aunque euskoetarras y algún que otro mal nacido de seguro nos la lía parda, y nos cuesta otro riñón en destrozos.