La cuñada japonesa de Pedro Sánchez lleva toda su trayectoria trabajando para como asesora y funcionaria para el Gobierno de Japón en la ONU. Sus escritos se plasmaron en 2015 con «el Arbitraje sobre el Mar de China Meridional entre la República de Filipinas y República Popular China, Laudo sobre Jurisdicción y Admisibilidad». Su firma aparece como «asesora de la embajada de Japón», aunque su lugar de trabajo era Tailandia, país en el que el hermano de Pedro Sánchez tiene una vivienda.