Muchas de las personas que se amotinan en pueblos y ciudades de Inglaterra e Irlanda del Norte afirman que sus actos violentos son su forma de “proteger” a los niños británicos. Es una paradoja confusa, pero que debe entenderse para llegar al fondo de lo que ha sucedido. “Proteger” a las mujeres y los niños es central en la retórica nacionalista. La muerte de tres niñas pequeñas tocó el corazón de las narrativas ultranacionalistas y antiinmigrantes sobre la amenaza que representan los hombres inmigrantes.