En un momento en que la yakuza está debilitada debido a las acciones policiales y a un cerco legal cada vez más efectivo, en los bajos fondos están perfilándose como nueva fuerza emergente los grupos llamados "hangure". Aprovechando el auge de las tecnologías de la información ocurrido en torno al año 2000, sus líderes consiguieron un considerable capital, gracias al cual se hicieron un hueco en la calle funcionando como nuevos aparatos violentos que no siguen la disciplina ni las maneras de los antiguos grupos violentos.