Los hechos se producen un jueves de agosto a plena luz del día en el número 13 de la plaza de la Constitución. Eran las 12:18 cuando un camarero del bar entrega un ticket por las cuatro cervezas consumidas en esta terraza del corazón de la parte vieja donostiarra y uno de los enclaves más turísticos de San Sebastián. La factura detalla los 6,60 euros que cuestan los dos botellines de cerveza (3,30 euros cada uno) y los 10 euros de las dos cañas (5 euros cada cerveza).