Cuando Nicolás Maduro ascendió al poder en Venezuela, la familia de Rebeca (nombre ficticio) tenía todo a punto para partir de Caracas hacia las playas de arena blanca y lujosos barrios tropicales de Miami. Los tres hermanos, trillizos, prepararon el SAT, el examen de acceso a las universidades de Estados Unidos, y las pruebas de inglés de TOEFL, hasta que un conocido les habló de su vida en Madrid. Ocho años después, los padres de Rebeca han vendido lo que tenian en Florida para comprae un piso en el barrio de Salamanca.
