Entre el 2012 y el 2015, en Entre Todos recibimos muchas cartas de ciudadanos a los que les desahuciaban el piso por impago de la hipoteca. Eran tiempos en los que, en gran medida gracias a la acción de la PAH, el drama de las familias a las que la crisis ponía literalmente en la calle se convirtió en una emergencia social. En la cúspide del problema, muchas familias, bajo el amparo activista y legal de la PAH, ocuparon pisos o edificios enteros vacíos propiedad primero de bancos y, después, de la Sareb.