Hay que empezar a dar pasos decisivos con programas para ayudar a salir de lo que consideran un estado prostitucional donde, según la activista Amelia Tiganus, se fabrican "putas" y "puteros" siendo España el mayor consumidor en Europa y el 3º a nivel mundial; 4 de cada 10 hombres solicitan estos servicios, de forma habitual y la estadística, alertan, es cada vez mayor. La clave está en la educación sexoafectiva advirtiendo que la prostitución no es una opción laboral; sino una explotación perversa que roza con la esclavitud.