Este activista, con un hermano intersexual, alza la voz porque está harto del daño que se está haciendo al colectivo y de campañas como la de la Generalitat Valenciana, “en la que se habla de otra manera de amar, cuando se trata de personas que se enfrentan a problemas de salud, necesitan un apoyo psicológico adecuado y suelen ser tremendamente discretos respecto a todo ello”.