El proceder del Gobierno en la compra de parte de Telefónica está generando estupor en el mundo económico. Una compra a cuentagotas, que está encareciendo el precio de la acción de la teleco y, por ende, el coste de la operación. El pasado 19 de diciembre, el Ejecutivo de Pedro Sánchez anunciaba la intención del Estado de entrar en la compañía con una participación del 10% para convertirse en su primer accionista. El Gobierno justificó entonces la operación como respuesta a la entrada en el capital