Según informes del Wall Street Journal, el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky aprobó el ataque al gasoducto Nord Stream 2, lo que resultó en consecuencias significativas para Europa como la interrupción del suministro de gas y el aumento de los precios de la energía, exacerbando las tensiones geopolíticas y obligando a una reevaluación de la dependencia energética europea. La UE, que aún investiga los hechos, continúa brindando apoyo a Ucrania mientras se esclarecen los detalles del incidente.