La orgía periodística que su muerte ha provocado –páginas y páginas de los diarios generalistas, con aportaciones singulares de personajes tan emblemáticos para nuestra sociedad como el Sr. Alierta o el Sr. Alfredo Sáenz- y, sobre todo, la designación de doña Ana Patricia Botín como nueva presidenta del Banco singularizan a la perfección el carácter profundamente “castizo” de nuestro capitalismo (…) y lo que ello supone de freno a la regeneración del entramado institucional de nuestro país.