Una de las razones por las que empezamos a engordar de forma sostenida hasta alcanzar grados de sobrepeso u obesidad preocupante es porque derribamos las barreras del autocontrol. Es un proceso progresivo, en el que a factores de orden psicológico (la comida como refugio o como alivio de las tensiones) se unen los fisiológicos. Y a mayor índice de masa corporal (IMC), mayor pérdida de control. Nuestro cerebro envía cada vez señales más debilitadas al organismo para que detenga sus deseos de comer.